¿Alguna vez te has sentido bloqueado a la hora de crear contenido? Quizás pasas horas frente a la pantalla en blanco sin saber por dónde empezar. Lo cierto es que no necesitas ser un escritor de primera para triunfar en marketing de contenidos, lo que realmente importa es entender a tu audiencia. Aquí es donde entra en juego el secreto mejor guardado de la industria: WHIPS.
WHIPS es un concepto creado para guiar tu estrategia de contenido y convertir a visitantes ocasionales en clientes fieles. A lo largo de este artículo te mostraré cómo funciona esta metodología, desglosando cada paso para que puedas aplicarlo de inmediato y mejorar tu posicionamiento y resultados.
¿Qué es WHIPS?
WHIPS es un acrónimo que representa las fases de consciencia del usuario en su recorrido hacia la conversión: Window Shoppers, Help Me, Inform Me, Persuade Me y Show Me. Esta metodología es fundamental para diseñar contenidos estratégicos que respondan a las diferentes necesidades de tu audiencia en cada etapa del embudo de ventas.
1. Window Shoppers (Mirones)
Los «window shoppers» son aquellos usuarios que están explorando opciones sin haber tomado una decisión de compra. Piensa en ellos como los que pasean frente a una tienda mirando escaparates. Quizás tienen una necesidad, pero aún no están seguros de dónde encontrar la solución. El objetivo en esta fase es captar su atención con contenido que los invite a conocer más sobre lo que ofreces.
Ejemplo de contenido:
Un artículo comparando diferentes soluciones del mercado o una infografía que explique las ventajas generales de tus productos. Este tipo de contenido debe ser ligero y fácil de consumir, diseñado para capturar a los curiosos que aún no están comprometidos con una marca.
2. Help Me (Ayúdame)
En esta fase, los usuarios ya son conscientes de su problema, pero aún no saben cómo resolverlo. Suelen buscar información en Google utilizando palabras clave como «cómo solucionar» o «mejor manera de«. Aquí es donde puedes posicionar tu contenido educativo y empezar a guiar a tu audiencia hacia la solución adecuada.
Ejemplo de contenido:
Tutoriales, guías detalladas o artículos de blog que ofrezcan soluciones claras a los problemas que tu audiencia enfrenta. Utiliza herramientas como Ubersuggest para identificar las palabras clave que ellos están usando y asegúrate de que tu contenido responde directamente a esas búsquedas.
3. Inform Me (Infórmame)
Los usuarios en esta fase ya conocen algunas de las soluciones disponibles, pero están buscando información más específica para decidir cuál es la mejor opción para ellos. Tu contenido debe mostrar por qué tu producto o servicio es el indicado.
Ejemplo de contenido:
Comparativas detalladas entre productos o servicios similares, mostrando con datos y pruebas por qué lo que ofreces se destaca. También pueden ser casos de estudio que muestren el éxito de tus soluciones en acción.
4. Persuade Me (Convénceme)
Los usuarios han investigado, saben lo que quieren, pero están indecisos entre varias opciones. Aquí es donde debes ofrecerles contenido persuasivo que los incline hacia tu marca. Comparativas entre tu producto y los de la competencia funcionan especialmente bien en este punto.
Ejemplo de contenido:
Reseñas, testimonios de clientes o demostraciones de producto. Un análisis que compare tu oferta frente a otras alternativas puede ser clave para inclinar la balanza a tu favor. Es importante destacar beneficios únicos que tu competencia no ofrece.
5. Show Me (Muéstrame)
Finalmente, los usuarios están listos para comprar, pero necesitan ese último empujón. El contenido en esta fase debe ser directo, mostrando los beneficios claros y el impacto positivo que tendrá tu producto en la vida de tu cliente.
Ejemplo de contenido:
Ofertas exclusivas, testimonios detallados o incluso videos mostrando el producto en uso real. Este contenido debe responder a la pregunta «¿por qué comprar ahora?», y hacer que el cliente potencial sienta urgencia.
Cómo Implementar WHIPS en tu Estrategia de Marketing de Contenidos
Ahora que conoces las fases de WHIPS, es importante que pienses cómo integrarlo en tu plan de marketing de contenidos. Aquí te comparto algunos pasos prácticos para poner esta metodología en acción.
1. Mapeo del recorrido del cliente
Empieza por identificar en qué fase se encuentran tus diferentes audiencias. Puedes analizar el comportamiento de los usuarios en tu sitio web o estudiar las preguntas más frecuentes que hacen en redes sociales. Este análisis te permitirá saber qué tipo de contenido ofrecer en cada etapa.
2. Creación de contenido segmentado
Cada pieza de contenido debe estar diseñada para abordar una fase específica de WHIPS. No intentes forzar todas las fases en un solo artículo o video. En lugar de eso, planifica una secuencia de contenidos que lleve a los usuarios a lo largo del recorrido de compra.
3. Utiliza las palabras clave adecuadas
En cada etapa de WHIPS, tu audiencia utilizará palabras clave distintas. En las fases iniciales, buscarán términos generales, mientras que en las últimas, las búsquedas serán más específicas. Usa herramientas de SEO como Ubersuggest o Google Keyword Planner para identificar esas palabras clave y optimizar tu contenido para que coincida con las intenciones de búsqueda.
4. Mide y ajusta tu estrategia
No basta con crear contenido, también debes medir su impacto. Analiza cuáles de tus artículos generan más tráfico, cuáles retienen mejor a los usuarios y cuáles convierten mejor. Basándote en estos datos, ajusta tu estrategia para seguir mejorando.
La Importancia del WHIPS en el Marketing de Contenidos
En conclusión, el concepto WHIPS te permite construir una estrategia de contenidos sólida que responde a las necesidades de tu audiencia en cada fase de su recorrido. Ya no se trata solo de escribir por escribir, sino de entender en qué punto del viaje se encuentra tu cliente potencial y ofrecerle el contenido adecuado para que avance hasta la compra.
Si aplicas correctamente esta metodología, no solo lograrás atraer más visitantes, sino que también aumentarás las posibilidades de convertir esos visitantes en clientes fieles. Así que deja de lado la búsqueda de perfección en la escritura y empieza a aplicar WHIPS en tu estrategia de contenido.